domingo, 9 de enero de 2011

La industria solar anuncia un parón industrial con 'el engaño de Zapatero'.

Las energías renovables, y entre ellas la energía solar fotovoltaica, fueron el discurso de progresión de la política hacia un marco sostenible de la energía y de la economía sólo dos o tres años atrás. Discursos como el que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pronunciaba en León en septiembre de 2009 durante una visita a la empresa DC Wafers (productora de obleas de silicio, la materia prima de las células solares fotovoltaicas), hablando de un "marco estable" y un horizonte de expansión de cara a alcanzar el compromiso vinculante de que en 2020 las energías renovables supongan el 20%, propiciaron el asentamiento de industrias que apostaban por el sector con grandes inversiones.

Es el caso de DC Wafers y Cel Celis, ambas en la provincia de León, que han puesto sobre el terreno un montante de 100 millones de euros para desarrollar no sólo una fábrica de última generación, sino todo un laboratorio de investigación que sitúe a España en el liderazgo del sector. Van por el camino, pero un cambio en el discurso del Gobierno, en forma de Real Decreto con recortes muy claros, según denuncia el presidente de la Fundación Cel Celis, Francisco González, ha truncado las expectativas de crecimiento.

"Quieren perjudicar al que produce la energía, pero al final están atacando a la base, al que investiga y trata de colocar a estas industrias en una posición de liderazgo", afirma González.

El sector se siente "engañado" por el presidente del Gobierno. Sus promesas de un «marco estable» nada tienen que ver con la nueva realidad. Hace un año, el plan para la energía fotovoltaica marcaba un cupo de instalación de 500 megawatios. Hoy, las últimas directrices del Gobierno hablan de recortes del 40% de esa capacidad, con lo que se vería reducida a unos 300 MW. A ello se suma el recorte de las tarifas y la nueva regulación en base a la limitación del funcionamiento por horas de los parques solares fotovoltaicos. La normativa limita a 1.250 las horas que se pueden producir, cuando González asegura que la media de producción de cualquier parque en España es de 1.500 horas, con la pérdida de dinero que ello supone.

¿Y por qué tantos recortes a un sector que era una apuesta del Gobierno? El presidente de la Fundación Cel Celis manifiesta su convencimiento de que este viraje en el discurso gubernamental está relacionado con la voluntad de reducir el pago de subvenciones. "Se han gastado el dinero y ahora quieren recortar las subvenciones y cuanta menos potencia haya instalada, menos tendrán que subvencionar. Pero el problema no son las subvenciones en sí, el problema es el déficit público, los 80.000 millones de déficit que hay acumulados. Por eso ahora le van quitando el dinero a muchos sectores que subvencionaban".

Sin embargo, desde la empresa Cel Celis, que produce células solares fotovoltaicas de alto rendimiento en su planta del polígono del Bierzo Alto, los buenos resultados de eficiencia del producto marcan unos tiempos para lograr la 'competitividad de las células' en el mercado muy próximos.

Uno de los socios, Javier Arias, junto con el máximo responsable de la producción en la fábrica, apuntan a que será como mucho en "dos o tres años" cuando Cel Celis produzca células lo suficientemente eficientes como para ser competitivas al margen de ninguna subvención. Para ello, son varios los condicionantes. El precio del silicio y el precio de las células en el mercado marcarán esa cuestión, pero aseguran que sobre todo la tecnología que permita la máxima eficiencia de la célula será la que más contribuya a esa posibilidad de ser "libre de subvención".

En cifras, el objetivo es alcanzar niveles de eficiencia de un 18% de rendimiento por célula. Hace cinco años, este porcentaje de resultados estaba en un 11%, mientras que en la actualidad ya se sitúa en el 16,5%, una cifra "muy buena", según explican desde Cel Celis. De ahí, dicen, "la decepción" por lo que consideran un claro "engaño" del presidente del Gobierno. "Ha sido un engaño manifiesto para el inversor y para el sector de la investigación. Él dijo, el futuro de las renovables está conmigo, y muchos invirtieron. Ahora los planes de expansión están bloqueados. Cel Celis iba a triplicar su capacidad de producción, y de momento no lo va a hacer y tengo conocimiento de que DC Wafers también tenía previsiones de duplicar la suya y también tiene las inversiones paradas".

Las promesas de Zapatero fueron muy claras ante la cúpula de DC Wafers: el Gobierno apostaba por un profundo cambio en materia de política energética que se instrumentalizaría a través de una nueva Ley de Economía Sostenible.

Ahora aquellas palabras parece haberlas barrido el viento. DC Wafers tenía previsto multiplicar su volumen de producción por seis y ampliar sus instalaciones al Parque Tecnológico de León. Ese plan de expansión podría verse afectado por la nueva política energética, porque DC Wafers sólo ha establecido, por el momento, una oficina en el Parque Tecnológico. También está en el aire la ampliación laboral que con las nuevas instalaciones estimaba que podría sumar otras 60 personas a su plantilla de 115 trabajadores.

El recorte en la potencia a instalar y en las tarifas puede afectar también a la empresa zamorana Pevafersa, punta de lanza durante años de la producción fotovoltaica en Castilla y León, que empezaba a ver la luz al final del túnel tras la caída del negocio hace dos años y el cisma que se produjo en el equipo directivo, informa J. L. Cabrero.

En la actualidad cuenta con una plantilla de casi 300 trabajadores, lo que supone que ha enjugado, prácticamente, los despidos que llevó a cabo en 2009. Todo ello hace pensar que se ha vuelto a estabilizar la situación en Pevafersa. Además, señalan las mismas fuentes, la empresa asentada en Toro (Zamora), está consolidando un proceso de internacionalización con una presencia sólida en Puerto Rico, donde está funcionando una planta de fabricación de módulos solares. El siguiente paso será la construcción de parques fotovoltaicos. Y es aquí donde, al igual que le ocurre a Cel Celis y DC Wafer, en León, la nueva normativa puede interferir en los planes de recuperación de la empresa zamorana.


Fuente: Marga Luengo - elmundo.es

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