La iluminación LED permite a las empresas un ahorro de hasta el 80%.

Según datos de Ipsom, consultora especializada en ahorro energético, la modificación de los sistemas de iluminación de una empresa puede reducir el consumo energético entre un 30 y un 80%. 

Así, la sustitución de la iluminación tradicional por la tecnología LED tiene como resultado una disminución del consumo de hasta un 80%, ya que un fluorescente LED pasa de las 50.000 horas de funcionamiento, frente a las 10.000 ó 15.000 de uno tradicional. Del mismo modo, la instalación de sensores que apaguen las luces de aquellas estancias que no estén siendo utilizadas, también supone una importante disminución del coste.
 
Además, simplemente con una negociación y gestión adecuada de las tarifas contratadas es posible reducir entre un 10 y 18% el consumo de energía. Otro de los aspectos a tener en cuenta podría ser el uso de motores eficientes y regulados energéticamente, con lo que se consigue un ahorro superior al 30%. La implantación de sistemas de domótica y telegestión también permite mejorar la productividad de la gestión energética, especialmente en grandes instalaciones donde el control es la clave para el mantenimiento y el ahorro.